Friday, June 29, 2007

PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD: CIUDAD UNIVERSITARIA

EL CAMPUS DE CU, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

EL CAMPUS DE CU, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró ayer al antiguo casco de Ciudad Universitaria, inaugurado en 1952, Patrimonio Cultural de la Humanidad. Ese espacio incluye el primer circuito y sus más de 50 edificios. La UNAM dijo que el nombramiento es un orgullo para la institución y para el país FOTO Carlos Cisneros

Wednesday, June 27, 2007

LIGA PARA LA VERDAD SEA DICHA JUN 26 2007

LA CUENTA CANCELADA DE HSBC Y UNA NUEVA CUENTA DE BANORTE A DONDE SE PUEDE DEPOSITAR

Como es de conocimeinto de la mayoría, el banco HSBC, es decir del banco 
 
Hecho para
Servir a los
Berrinches de 
Calderón
 
Canceló la cuenta que estaba dada de alta para apoyar el movimiento de resistencia pacìífica contra el fraude electoral y en favor del Gobierno Legítimo, fue cancelada con la única respuesta de que no "correspondía a sus intereses".
 
Ahora ya hay una cuenta de Bannorte para depositar:
 
05 44 55 50 80
 
CORRAN LA VOZ
 
 
 
 

PREMIO A ELENA PONIATOWSKA POR SU LIBRO SOBRE TESTIMONIOS DE FERROCARRILEROS

 miércoles 27 de junio de 2007 Cultura Otorgan a Elena Poniatowska el premio Rómulo Gallegos 2007

La colaboradora de La Jornada fue distinguida por su novela El tren pasa primero

Otorgan a Elena Poniatowska el premio Rómulo Gallegos 2007

Es una recompensa a la labor del periodismo, pero también al gremio ferrocarrilero al cual nadie le hace caso, dice en entrevista

La escritora viajará a Caracas, para recibirlo el 2 de agosto

ANA MONICA RODRIGUEZ

La escritora y periodista Elena Poniatowska, ayer, en su casa, luego de conocer la noticia de que resultó ganadora del premio Rómulo Gallegos
La escritora y periodista Elena Poniatowska, ayer, en su casa, luego de conocer la noticia de que resultó ganadora del premio Rómulo Gallegos Foto: José Carlo González

La escritora y periodista Elena Poniatowska fue galardonada, este martes, con el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallego 2007 por El tren pasa primero.

También colaboradora de La Jornada, Poniatowska está de plácemes y, con ella, los ''olvidados" trabajadores ferrocarrileros a quienes dedica y rinde homenaje en esa monumental obra.

El galardón que le confirió el gobierno venezolano por la novela que narra la historia de los rieleros mexicanos y en especial de su líder, Demetrio Vallejo, consiste en 100 mil dólares, medalla y diploma.

El tren pasa primero, novela editada por Alfaguara, fue elegida entre 228 obras de 18 países.

Para la versión 15 del Premio Rómulo Gallegos se inscribieron 43 obras de autores mexicanos, 26 de españoles y el resto de escritores de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

Nadie recuerda a la locomotora

Elena Poniatowska expresó en entrevista con La Jornada: ''El premio es una recompensa a la labor del periodismo pero, también, al gremio ferrocarrilero, al cual nadie le hace caso".

Los trabajadores del riel, continuó, ''siempre han estado en el olvido y nadie recuerda que la locomotora fue la gran protagonista de la Revolución Mexicana.

''Sin esa máquina no habría habido revuelta insurgente, y ahora que desapareció me gana la tristeza y, todo, por doblegarnos ante los gringos", añadió.

Respecto del galardón, dijo que también lo compartirá con su familia. ''Mis 10 nietos y mis tres hijos son todo mi orgullo; mis hijos son formidables y nunca me han dado un dolor de cabeza, por el contrario, yo les he dado a ellos muchos problemas, incluyendo las oportunidades que les retiraron durante la pasada elección presidencial", cuando la autora de La noche de Tlatelolco apoyó a Andrés Manuel López Obrador.

El tren..., explicó Poniatowska, ''es una novela basada en la vida del líder Demetrio Vallejo, quien con su movimiento paralizó al país entre 1958-1960".

Consigna la huelga ferrocarrilera y habla del encarcelamiento de 11 años y medio de Trinidad Pineda Chiñas, quien gestó la vanguardia laboral en México.

La novela se conformó con el método minucioso de la periodista para entrevistar y recoger testimonios de maquinistas, telegrafistas, obreros, garroteros, jubilados.

La autora también recuerda la época en la que conoció a Vallejo: ''En 1959 tuve oportunidad de visitar la cárcel de Lecumberri y fui porque me escribió un muchacho llamado Jesús Sánchez García, quien se dedicaba a hacer teatro. Fue una situación muy especial, pues también estaban presos Alvaro Mutis y Rolando Rueda de Léon. Entre todos armaron un espectáculo teatral, que fue decorado por David Alfaro Siqueiros". Entonces -prosigue- entre los barrotes de una crujía alguien gritó: ¡Elena, Elena! Fui y se encontraban también presos en el Palacio Negro los hombres del riel, menos Demetrio Vallejo Martínez, quien siempre estaba apandado".

El líder ferrocarrilero, añadió la escritora, ''se hallaba en una celda de castigo, donde nadie lo visitaba; le ponían comida como a un perro, tenía un bote para hacer sus necesidades; en fin, vivía en una situación inhumana, aterradora''.

A raíz de esas visitas a Lecumberri, ''empecé no sólo a conocer la vida de los internos y de los conejos -presos reincidentes-, sino también entrevisté a presos políticos, y más tarde, en Santa Martha Acatitla, sí pude visitar a dos internos, peleados, enemigos debido a diferencias políticas: Demetrio Vallejo y Valentín Campa".

Vale la pena destacar que el jurado del premio eligió cuatro obras, de autores mexicanos, como finalistas. De Gonzalo Celorio, Martín Solares, David Toscana y la novela ganadora.

Poniatowska acaba de publicar Amanecer en el Zócalo, libro "en el cual escribí un diario de lo sucedido en esos difíciles días ocurridos tras la elección presidencial".

Fue distinguida en 2002 con el Premio Nacional de Ciencias y Artes y la Fundación Internacional de Medios de Mujeres (IWMF, por sus siglas en inglés) le entregó un galardón por trayectoria, en reconocimiento a ''toda una vida dedicada a la defensa de la honestidad, la valentía y la equidad en el periodismo".

El premio que recibirá el 2 de agosto, en Caracas, ''será un estímulo para seguir adelante y que también me dice que mi trabajo no se va al vacío".

SOBRE EL LIBRO DE ELENA PONIATOWSKA DESPUÉS DEL FRAUDE ELECTORAL

Usted está aquí: miércoles 27 de junio de 2007 Cultura Amanecer en el Zócalo

Javier Aranda Luna

Amanecer en el Zócalo

Tiene razón Carlos Monsiváis cuando, al hablar de Amanecer en el Zócalo, me suelta a bocajarro: es emocionante, Elena Poniatowska representa lo mejor del país, es un gran libro lo que nos entregó, es fabuloso, y seguramente por provocar con sus obras la emoción duradera, Poniatowska acaba de ganar el Premio Rómulo Gallegos por su novela El tren pasa primero, basada en movimiento ferrocarrilero mexicano de 1959.

Pero vuelvo a su crónica más reciente escrita a manera de diario: Amanecer en el Zócalo emociona por las voces que nos cuentan una misma historia desde diferentes planos: la historia del plantón en el Zócalo después de darse a conocer el resultado de la pasada elección presidencial. Allí se escuchan las voces de los crédulos y los incrédulos, los expertos y los de a pie, los ladridos de la derecha analfabeta y la izquierda que añora a Stalin; la voz de Andrés Manuel López Obrador dando línea al movimiento y la del pequeño Lucas que, en plenos días del plantón, le pregunta a su abuela, ¿qué es la política?

Este libro es el retrato hablado de la resistencia civil pacífica que baila por las noches y juega futbol; las instantáneas de 50 días hechas a voces de uno de los movimientos sociales más importantes de nuestra democracia después de la movilización estudiantil de 1968.

Amanecer en el Zócalo es un libro de crítica política pero, sobre todo, un volumen que refrenda al testimonio como uno de los más complicados y vivificantes géneros literarios.

El Nobel Octavio Paz descubrió hace tiempo que Elena Poniatowska dominaba el sutil y difícil arte de escuchar, fundamento del arte literario. Este libro es muestra de ello.

Con distintas voces recogidas aquí y allá, Poniatowska nos da el ambiente del movimiento, nos cuenta historias individuales que en conjunto forman una gran historia en la que es posible oler la mierda y la esperanza, sentir el cansancio de los días y la incomodidad de las noches en la plancha de piedra, o nos hace mirar que la pasión política es tan fuerte como la pasión amorosa o que la historia nunca es de bronce ni de foto fija ni labor de hagiográfo sino, sobre todo, vida menuda, hervidero de las horas donde podemos ver los camaleones de ayer que son los de hoy y los de pasado mañana.

Escribí que el más reciente libro de Poniatowska es también un libro de crítica política. Y lo es pero de una manera poco ortodoxa: Elena, para poner el dedo en la llaga no pontifica, duda; más que condenar, describe con las voces de otros y sus interrogantes personales las miserias de la política y la condición humana.

Amanecer en el Zócalo entreteje, con su cúmulo de voces, una de las críticas mejor fundamentadas a López Obrador y a nuestra izquierda que nunca termina de dividirse.

Ni qué decir de nuestra derecha cavernaria: si Poniatowska le da voz a los sin voz, los yunketos vestidos de junior también aparecen con sus amenazas tartamudas.

Cuando Poniatowska se metió al activismo político en la pasada contienda electoral le comenté a Carlos Monsiváis que se exponía demasiado. Cuando la vi defender en un mensaje televisivo a López Obrador por la campaña de odio armada en su contra, me pareció una locura. La derecha le echó encima a Elena toda su artillería.

Contra mis pronósticos, Monsiváis me dijo que saldría fortalecida. Hace unos días me lo volvió a repetir. Se meta en lo que se meta, Elena sale fortalecida. Así es porque ella es una guerrera de conducta intachable a quien mueven sus convicciones, sus valores y no el valor del dinero; una guerrera que cree que la vida puede ser de otro modo, más amable, más propensa a la felicidad si la felicidad puede ser y es ''una sillita al sol".

Amanecer en el Zócalo es una magnífico diario escrito por quien Monsiváis ha considerado como ''la mejor, más intensa cronista de la múltiple realidad mexicana", por la escritora que ha vuelto indecisas las fronteras entre lo cotidiano y lo insólito según Octavio Paz, por la escritora cuya militancia por las buenas causas le viene de José Revueltas, por la escritora a quien poco importan los géneros literarios sino contar historias que lo mismo las arma con personajes ficticios o de carne y hueso, con nombres de otros o con el suyo propio.